Una tarde cualquiera abandonar la casa,
llevar en la maleta un sueño no cumplido.
Amarrar a otro puerto esta vida que pasa;
navegar tristemente la nave del olvido.
En otro suelo fértil hundir duras raíces
y con voces ajenas mezclar la propia voz:
poner bálsamo al pecho lleno de cicatrices
y luchar con la pena cruel combate feroz.
Cantar con dulce acento ignotas melodías,
de nostalgia presente, de recuerdos, de amor…
mientras veloces pasan los laboriosos días.
Y el trabajo les nubla de canas la emoción.
Galicia vive lejos…¡Qué infinito temor!!
En la tierra de origen se quedó el corazón.
Gloria Gayoso Rodríguez
(c) Derechos reservados
Me pareció maravilloso este poema…por mis raíces y por su calidad literaria…aplausos para la autora!
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Gracias por este correo. Me relaciono con el poema.
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Tengo raíces gallegas. Soy puertorriqueño.
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