Esa hermosa mujer
Que estima mis rimas
Y mi vieja sonrisa
La que nunca eximió
Lágrimas en inútiles riñas
Por pasadas huidas
Fiel compañera
En los tiempos secos
De un nido frio
Aunque me quede feo
Este es tu poema
Sabes que eres mi nena
Y mereces un trofeo.
©Roberto López
Arte: Manzana / Manasés Vega
Gracias Josué, aprecio un millón tu comentario, y me enorgullece compartir el poema con el arte del pintor salinense, Manasés. Gracias!
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Hay una falsa percepción de que lo hermoso tiene que ser barroco o impresionista, pero nada es tan hermoso como una hoja y si seca, todavía más porque nos lleva a imaginarla en primavera. Esa sencillez profunda de la palabra bien calibrada y honesta que nos evoca un amor, el amor, en toda su juvenil belleza. Ese amor puro y desinteresado, huérfano del egoísmo posesivo y obsesivo que a diario mata la magia de esa cosa que los poetas han hecho parte de su metabolismo creativo: el romanticismo.
Buenísimo, Roberto. Has madurado sin lesionar esa sencillez que es tu hilo comunicador. BRAVO.
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