Nos llamaron del asilo geriátrico porque al tío de la negra lo agolpearon en la sala de juegos. Dijeron que algún sentimiento amoroso lo impulsó a robarle un beso a una anciana y ella le dio un bastonazo.
Al llegar al asilo lo encontramos en la cama en estado inconsciente y a punto de entregarse.
La viejita que lo agolpeo vino a disculparse y cuando entró al cuarto sucedió un milagro. El tío despertó y sin disimular su alegría murmuró unas palabras dirigidas a la señora. Habló como un niño en dialecto extraño, que días después supe que era friulano, un lenguaje que él no hablaba desde los tres años.
La señora insistió en que le tradujera las palabras del Viejo. Ella estaba pintadita y arreglada como fina muñeca de porcelana y aludiendo una viaja frase le dije “El tío dice que a la edad que usted transita, su belleza es una obra de arte”
Ahora me echan la culpa, porque esos dos locos se quieren casar…
©Roberto López
Maravilloso cuento, que se me hace puede ser realidad. Muy enternecedor. Aplausos de pie, Roberto!! Saludos desde Buenos Aires.
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Saludos y abrazos amigos. Aprecio sus comentarios, por lo tanto me considero afortunado.
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¡Genial! Roberto ..¿cuándo te decides a publicar tu libro? Material tienes de vicio acumulado…
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Jajaajajajajaaaaaaaa…….me muero leyendo esto a esta hora de la manana! Ya me hiciste el dia, Roberto – te quedo Bueno. Buen dia!!!
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