El sistema financiero mundial nos ahoga, pongamos el poema de vivir al servicio del cambio.
Hoy no quiero
La ciudad amarillenta está en ruina.
Acaricia el suelo la mezcla endurecida
de un sueño edificado.
Solo los muertos repetidos
ungen con su sangre el suelo
Hoy no quiero protestar.
Los resplandores que regala el cielo
han calcinado mi esperanza
y quemado mi fe.
Hoy no quiero protestar.
Hoy quiero ser, ir más allá
Hasta derrumbar los muros
que nos esclavizan
srs
Aplausos! Me quito el sombrero – ojala que todos practicaramos estas conductas mas a menudo!
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Humano… ¡tan humano!
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