Por: María (Charito) Ibarra
Desde la diáspora boricua
En este día que ya comenzó te saludo, como todos los años. Gracias a mi Dios, estás bien cuidado, aunque lejos de todos, ¡Feliz Cumpleaños!
Te mantienes vivo y fuerte, a pesar de tus muchos abriles. Con tu mente clara y sabia sigue dando consejo, aún cuando estoy más vieja que un “chucho.”
Muchísimos recuerdos vienen a mi mente, unos buenos, otros desagradables. Lo más importante es que sigues siendo mi padre. Y por ley Divina te mereces mi amor, el mutuo perdón y juntos revivir momentos inolvidables.
A tus cuidadoras les doy gracias por cuidarte mejor que yo.
Sigues siendo, “la leyenda,” que un día como hoy, Dios creó.
Te amamos
Gracias, Sergio! Acabo de hablar con el y me dice que no son 88 que son 90! Ay Padre, su mente esta mejor que la mia – que barbaridad! Felicidades, “abuelo pelao.”
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